Presentación

 

El 9 de enero de 2015 la Fundación Gómez Pardo y la Fundación Ignacio Larramendi firmaron un convenio por el que se establecía un marco de actuación en actividades de promoción y difusión del patrimonio histórico, cultural y científico mediante la aplicación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Dichas actividades se desarrollarían a través de la empresa DIGIBÍS y mediante la aplicación de la normativa internacional para la descripción de piezas de museos y para el intercambio de datos en la web semántica, asegurando así la máxima difusión. 

Transcurrido un año, la colaboración entre la Fundación Gómez Pardo, la Fundación Ignacio Larramendi y DIGIBÍS ha dado lugar a la creación del Museo Virtual Félix Cañada, realizado sobre el programa DIGIMÚS, desarrollado por DIGIBÍS, que nace ya plenamente inmerso en las tecnologías de Linked Open Data, en el modelo de datos LIDO del Consejo Internacional de Archivos y Europeana Data Model. Presenta también un diseño gráfico adaptado a dispositivos móviles con un visor avanzado que permite la representaciones de piezas en 3D, y de imágenes de alta resolución. El Museo Virtual presenta las piezas más relevantes del Museo Félix Cañada.

El Museo Félix Cañada

El Museo de Arte Félix Cañada, inaugurado el 17 de Diciembre de 2009 y reinaugurado, tras una importante ampliación, en Febrero de 2012, es una iniciativa sin precedentes en la Universidad española que pretende, mediante la aportación inicial de un importante legado artístico de carácter totalmente personal, contribuir a la formación humanística de los estudiantes universitarios. En este caso concreto, de los estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía (ETSIME) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), pero también, y de la forma más amplia, de todos los estudiantes universitarios y del público en general.

El Museo Félix Cañada depende de la Fundación Gómez Pardo, que es una entidad no lucrativa, de carácter benéfico docente, constituida por otro legado personal en el año 1873, y dependiente de la ETSIME. En esta primera donación constituyente, D. José Gómez Pardo, hermano de un ilustre ingeniero de minas y primer profesor de Química de la Escuela de Madrid, legó, en memoria de su hermano fallecido, una importante cantidad de dinero, libros, minerales e instrumentos para el beneficio de los estudiantes de la Escuela.

En su vida, ya más que centenaria, la Fundación Gómez Pardo ha fomentado el progreso técnico y científico, sobre todo vinculados a la actividad de la ETSIM, ha otorgado muchas becas y ayudas, ha creado  y mantiene una residencia universitaria, promueve y organiza cursos de capacitación y desarrollo profesional para ingenieros y atiende, en general, cuantas iniciativas puedan contribuir al desarrollo profesional y humano de los ingenieros de minas.

No es menor el papel que la cultura y el humanismo han jugado siempre y siguen jugando en las actividades de la Fundación Gómez Pardo. Innumerables conferencias, conciertos, exposiciones, jornadas y otras actividades dan testimonio de ello. Como importantísima aportación a la vida cultural de la Fundación y de la Escuela, el Museo Félix Cañada supone una apuesta por la cultura, el arte y la sensibilidad. Su progresiva integración en la vida cultural de la comunidad, la apertura al público en horarios, de momento, restringidos, las actividades vinculadas, como conferencias, exposiciones monográficas e itinerantes, etc. serán en el próximo futuro testimonio del gran impulso que la generosa donación de Don Félix Cañada ha supuesto para la vida universitaria de la Escuela de Minas y la Universidad  española.

Llama la atención en el Museo Félix Cañada la gran extensión de la obra expuesta, pero sobre todo su variedad. Pintura española, flamenca, francesa, inglesa, italiana, holandesa, rusa, cubana… componen los fondos de la colección. Los soportes y técnicas son también muy variadas: lienzo, madera, cobre, cristal, papel, tinta, tiza, acrílicos... Desde el siglo XI hasta nuestros días, casi 200 pintores tienen representación en el Museo, de los que algunos exponen obras también en el Museo del Prado.

Además  de  la pintura, pueden  contemplarse  notables  esculturas, como  las elegantes figuras de Art  Nouveau,  de las que se exponen más de 40. En su conjunto, esta colección es posiblemente una de las mejores de su género en Madrid. También mobiliario,  dibujo y estampa, cerámica, porcelana, cristalería marfiles y relojes. Destacables son dos exquisitos marfiles orientales del siglo XIX, porcelanas de Meissen, Capodimonte, Sèvres…, cristal de Bohemia y Murano, cerámicas y lozas de Granada, Talavera, Teruel. etc.

Difícil es seleccionar obras que puedan atraer la atención del visitante, pues todos los gustos y aficiones encontrarán alguna obra que pueda satisfacerlos. Pueden destacarse, en pintura, muchas obras españolas de carácter religioso, sobre todo de los siglos XVI a XVIII. Escuelas como la de Murillo tienen obras pequeñas, pero significativas. Hay un conjunto breve, pero muy destacable, de obras flamencas y holandesas (Frans Franken, Jan Eyck, Daniel Seghers, etc.). También hay muchos representantes de la pintura española de los siglos XIX y XX (Joaquín Agrassot, María Blanchard, Mariano Barbasán, Ricardo Canals, Ramón Casas, Josep Cusachs, Hermen Anglada Camarasa,José Caballero, Eduardo Chicharro, Antonio Gisbert, Francisco lturrino, Joaquín Mir, Ignacio Pinazo, Modesto Urgell, Antonio Utrillo, Ricardo Opisso, Rafael Penagos, Santiago Rusiñol, José Gutiérrez Solana, Joaquín Sorolla, etc.).

En escultura hay mucho que  decir, pero se pueden destacar dos conjuntos: por un lado, el de imaginería española religiosa, representada, por ejemplo, por un delicado "San Francisco" de Félix de Zayas, o un excelente "San Pablo", de la escuela de Berruguete. Por otro, la extensa colección de gráciles figuras en bronce, de las que  hay más de 40, de Art Nouveau y Art Decó, con obras de Dimitri Chiparus y otros.

La donación completa asciende, en la actualidad, a cerca de mil obras, de las que se exponen 520. Todas han sido sometidas a un profundo trabajo de investigación histórica, búsqueda y autentificación de autorías y  escuelas, restauración en muchos casos, enmarcado en no pocos y exposición ordenada, con criterios estéticos y didácticos.

La donación constituye un conjunto de obras de arte diverso pero armonioso, indivisible e inalienable por decisión expresa del donante. No es el beneficio económico lo que guía la exposición, sino el deseo, compartido por el ingeniero de minas Félix Cañada y los directivos de la Escuela de Minas y de la Fundación Gómez Pardo, de dar conocimiento a todos de una riqueza artística sorprendente en el entorno universitario y de una vida abnegada, dedicada al arte, que hoy se pone al servicio de la comunidad.